Seguramente has oído hablar de esta prueba o puede que te la hayas realizado ya.
Las mamografías son fundamentales de cara a la prevención del cáncer de mama, enfermedad que padecen 228.482 mujeres en España, según la Sociedad Española de Oncología.
En esencia, una mamografía es una imagen de las mamas creada a partir de rayos X, es el mejor método que existe para encontrar signos del cáncer de mama en sus etapas iniciales, hasta tres años previos a la aparición de éste.
Pero no basta con saber qué es y para qué sirve una mamografía, ya que siendo algo tan importante para todas las mujeres (aunque también afecta a la población masculina minoritariamente), debes saber algunas cosas más. En este artículo te explicamos las más importantes.
¿Cómo se realiza una mamografía?
La mamografía se realiza en una sala de rayos X.
Deberás ponerte frente a la máquina de rayos X, que consiste en dos placas de plástico, en ella deberás colocar un pecho, la otra placa lo presionará firme y uniformemente durante unos segundos. Luego se repetirá el proceso para la zona lateral. El mismo proceso se repetirá con el otro pecho.
Un profesional especializado revisará las cuatro mamografías y, en caso necesario, se repetirán en el momento.
Para ese día, recomendamos que no utilices cremas en la zona ya que pueden perjudicar la visión del radiólogo.
¿Una mamografía duele?
Aunque puedes estar hasta veinte minutos en la sala de rayos X, realmente para cada radiografía se necesitan 20 o 30 segundos; aunque no parezca demasiado, una presión firme mantenida sobre los pechos durante ese tiempo, puede ser un incómodo para muchas mujeres.
Una mamografía produce una incomodidad leve que desde luego vale la pena pasar porque puede salvarte la vida.
Si durante el período suele aumentar tu sensibilidad en las mamas, puedes realizar la prueba una semana después de haberlo terminado.
¿Por qué se usan rayos X (RX)?
Por dos razones:
- Los rayos X permiten visualizar la estructura de la mama de forma global y distinguir fácilmente las áreas de diferente densidad, que se pueden oscurecer o aclarar en el ordenador.
- Permiten detectar fácilmente micro calcificaciones, síntomas de lesiones tumorales.
¿Qué podemos encontrar en tu mamografía?
En general y sin entrar en el detalle, una mamografía tiene el mismo aspecto que cualquier otra radiografía, solo verás la silueta del pecho en tonos de negro, gris y blanco, dependiendo de la densidad del tejido.
Obviamente, un especialista, en éste caso, el radiólogo, verá más que eso, y puede concluir tres cosas:
- Ningún signo de cáncer de mama.
- Signos de tumores benignos (no cáncer).
- Un hallazgo anormal, que debe tener seguimiento para determinar si es o no cancerígeno.
En caso de encontrar algo anormal, se te harán más pruebas de seguimiento, como ecografia, BAG (biopsia con aguja gruesa), RM de mama.
Un resultado anormal no es sinónimo de un mal resultado
Sucede bastantes veces: el radiólogo ve algo raro en la mamografía y solicita ecografías de seguimiento, una biopsia y tal vez otras pruebas… al final resulta que no era nada.
Son los llamados “falsos positivos”, que ocurren cuando se detecta algo pero con poca claridad, en esos casos, los profesionales preferimos buscar más información por tu propia seguridad.
Si eso te sucede, no te alarmes, no significa necesariamente algo “malo”, es tan solo eso, algo “anormal” que se vamos a estudiar en profundidad.
¿Cada cuánto tiempo debo hacerme una mamografía?
Fundamentalmente depende de tu edad y antecedentes. Éstas son las recomendaciones:
- Entre los 40 – 50 años: Bianualmente
- A partir de los 50 años: Anualmente
Y si tienes menos de 40 años, deberás realizar la prueba cuando tu ginecólogo lo considere necesario teniendo en cuenta tu historial clínico, familiar y la exploración, una excelente compañera de la mamografía en el diagnóstico temprano del cáncer.
No restes importancia a la realización de una mamografía, como hemos visto en este artículo, es una prueba vital para ayudarte a mantener tu salud, incluso puede salvarte la vida.
Soy el Dr. José Manuel Pintado, Director de la Unidad de reproducción asistida del Centro Médico Pintado.
Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Santiago de Compostela en 1982, me especialicé en ginecología y obstetricia entre los años 1985 y 1989, realizando posteriormente la subespecialización en Reproducción humana asistida en el Instituto Dexeus de Barcelona, centro de referencia internacional.
Al finalizar esta etapa asumí la Dirección médica del Centro Médico Pintado donde más tarde creé la Unidad de reproducción asistida que dirijo hasta la fecha (2022), consiguiendo importantes logros como el primer nacimiento por fecundación in vitro (FIV) en la ciudad de Vigo (1992).