Revisión ginecológica
Las revisiones ginecológicas son necesarias para preservar la salud ginecológica y contribuir al bienestar femenino en general.
Son el mejor modo de resolver dudas y prevenir y detectar precozmente patologías que, de no tratarse a tiempo, podrían convertirse en verdaderos problemas (incluso relacionados con el cáncer o la salud reproductiva).
Más concretamente, las revisiones ginecológicas facilitan la detección de patologías de los órganos genitales y de mama, como cáncer de mama, de cuello uterino, uno de los tipos de cáncer con mayor incidencia según la SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia) y enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Te asesoraremos en todo lo relacionado con anticoncepción y salud reproductiva.
Estas revisiones periódicas también son fundamentales en el diagnóstico y prevención de las enfermedades de transmisión sexual (ETS).
¿Cuándo empezar con las revisiones ginecológicas?
Siempre que no exista una patología ginecológica previa, el momento de realizar la primera revisión ginecológica será con el inicio de las relaciones sexuales o a partir de los 18 años.
¿Cada cuánto tiempo debe realizarse una revisión ginecológica?
La recomendación es realizar una revisión ginecológica anual, esta sería la frecuencia para un control ideal siempre que no exista alguna patología que requiera controles más frecuentes.
El mejor momento para realizar la revisión ginecológica es tras la menstruación, ya que si estás menstruando no se puede realizar la toma de muestra para la citología
¿En qué consiste una revisión ginecológica?
La revisión comienza con una entrevista donde se recogerán datos sobre tu salud y vida sexual, por supuesto, todo ello se realiza en un ambiente de confidencialidad.
Normalmente en este primer momento nos centramos en el motivo de la visita y en completar la historia clínica ginecológica:
- Antecedentes de salud personales y familiares.
- Edad de la primera menstruación, frecuencia, regularidad, tipo de hemorragias (normal, escasa, excesiva) la fecha del último período, conocer si existe dolor durante el período.
- Conocer si estás manteniendo relaciones sexuales para valorar la presencia de posibles infecciones, embarazo, uso de métodos anticonceptivos y recomendaciones en este sentido si se necesitan.
- Embarazos anteriores.
- En relación con las mamas, saber si se realiza autoexamen de mamas y su frecuencia, si existe algún tipo de dolor o alteraciones en el color, forma o posibles secreciones.
Tras la entrevista, pasaremos a realizar:
- Examen clínico de mamas, axilas y espacios supraclaviculares en busca de nódulos o adenopatías sospechosas.
- Palpación abdominal con ecografía, que nos servirán para descartar la presencia de grandes tumoraciones y dolores orientativos de ciertas patologías.
- Exploración vulvar y vaginal así como una citología (análisis de las células del cuello del útero y vagina) que se realizara cada 1 a 3 años, siempre y cuando no existan alteraciones.
- Ecografía transvaginal o transabdominal (estudio mediante ultrasonidos de los órganos reproductivos) valoración de útero y ovarios así como el tacto vaginal complementarán el estudio básico de la revisión.
Si es necesario, pueden realizarse otras pruebas ginecológicas complementarias:
- Cultivos.
- PCR HPV.
- Mamografía y ecografía mamaria.
- Densitometría ósea.
- Analítica.
- Histeroscopia.
- Biopsiaa.
- Etc.
Bianualmente a partir de los 35 años y anualmente a partir de los 40 años, incluimos la mamografía en la revisión periódica siempre que no existan antecedentes familiares que justifiquen adelantarla.
Nos gusta recalcar la necesidad de realizar estas revisiones de forma periódica, ya que es el mejor modo de prevenir patologías.
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